viernes, 7 de marzo de 2014

El corazón en cada rugido

Una parte hermosa de la vida es que cuando uno aprende algo, casi de forma inmediata se da cuenta que al menos un par de cosas más son las que se requieren aprender para así dar sentido a la primera y con ello reforzar nuestra experiencia para tratar de dar verdadero significado  y poner en práctica lo aprendido.

“E” nos había dado una verdadera lección de vida pero ya ilusionados con su llegada y convencidos de que todo iría bien era momento de entrar en un proceso de transición el cual nos permitiera llegar lo mejor preparados para el nacimiento de nuestro cachorro.

Jackie y yo tuvimos mucha inquietud en saber que era lo que cómo papás debíamos hacer, varios años antes de conocernos cada uno experimentó cierto acercamiento a la “maternidad/paternidad”, ella con su adorado sobrino y yo con mi amada sobrina. Sin embargo eso no debía bastarnos  ya que  teníamos muy en cuenta  la gran responsabilidad que estaba en “nuestra” pancita y en nuestras manos, era preciso dar pasos seguros y acompañar a éstos de cierta certeza, y esta última creo que sólo se puede dar cuando se tiene  algo de experiencia y más aún cuando se está informado.

Como ya mencioné antes tuve la fortuna de estar trabajando en una modalidad que me permitió estar en casi todo momento junto a mi leona, y pude asistir a todas y cada una de las consultas de control prenatal, los ultrasonidos,  y aparte de esto,  muchos de los momentos que compartimos fueron de largas charlas, de externar nuestras dudas (y dudas de las dudas eh!) e inquietudes y sobre todo de generar nuevas ideas o apreciaciones. La verdad es que no dejo  de sentirme afortunado pero a la vez me cuestiono si las circunstancias hubiesen o en un futuro fueran distintas, (como las que tantos futuros papás y mamás enfrentan) a qué alternativas recurriríamos para tratar de cubrir no sólo en tiempo, sino en calidad de compañía durante ese camino llamado embarazo.

Hoy día sé que tanto Jackie como su felino servidor nos podemos sentir satisfechos de la forma como vivimos y disfrutamos  cada día que compartimos durante el tiempo que estuvimos "E"-mbaraza-DOS, pero no por
ello podemos dejar  de reconocer que si tuviésemos en otro momento la ilusión de la llegada de un segundo leoncit@ tendríamos muchas cosas más nos hubiese gustado hacer, disfrutar, aprender y  mejorar.

Ambos sabemos hoy día que decisiones volveríamos a tomar, que cosas no dejaríamos que ocurrieran o se repitieran  y para cuales otras quizá podríamos tener un
poco más de flexibilidad, sin embargo (y esta es trascendental) las dudas que hoy día aún tenemos ya como padres de un hermoso bebé y aquellas que llegasen a venir con un segundo embarazo son las que nos motivan a tratar de ser mejores, a insistir en aprender cada vez más de nuestros errores y por encima de todo a compartir cada paso lleno de amor y entregar el corazón en cada rugido.



"V"

No hay comentarios.:

Publicar un comentario